domingo, 13 de septiembre de 2009

Asumir tu responsabilidad

Mira que podía haber puesto de título Días revueltos II, en plan peliculero, porque en parte este post viene a continuar el anterior, pero creo que el título puesto refleja mejor el siguiente contenido.

A uno no le gusta que le carguen con tareas que no le corresponden. Pero ¿qué pasa con las tareas que si te corresponden? Que debes asumirlas, intentar llevarlas a cabo de la mejor manera posible. Y aquí es donde damos vuelta a la tortilla (se ve que lo de los huevos revueltos me ha inspirado en este punto).

Tengo funciones en mi trabajo que no he podido asumir. Y tengo dos razones para ello.

Por un lado falta de conocimiento. Lo que no sé, no me lo puedo inventar. Puedo romperme la cabeza, y buscar donde haga falta, pero eso implica que necesito un tiempo que normalmente no se dispone de él. Muchas veces no tengo claro si debería tener tal o cual conocimiento. Tengo una base. Bueno despues de unos años, algo más de una base. Esa base de conocimiento va creciendo, acumulando experiencia. El problema es dónde está la frontera para mi empresa entre lo que yo sé y lo que debería ya saber. Tengo la sensación de que se me sobrevalora y se me presuponen unos conocimientos de los que carezco.
A veces, no sé realmente cómo enfrentar esa situación. Por un lado lo oculto, me busco la vida para adquirir ese conocimiento que se me supone y sigo adelante. Por otro lado, lo digo claramente, que no puedo hacer tal cosa, porque es que no tengo ni idea de cómo hacerlo. Y en esta alternativa, es cuando me entran las dudas de que pueden pensar los demás acerca de mí. Me siento muy mal, porque siento que fallo, que debería responder y no puedo, porque no sé. Siento que dejo de hacer mi trabajo, pero ¿realmente es mi trabajo? Y siguen las dudas...

Por otro lado despiste. Y esto sí que no tengo excusa. ¿Qué ocurre si me dicen que tenga en cuenta algo y se me pasa? Creo que en parte es una cuestión de organización, de método, de anotar las cosas si hace falta para que no caigan en el olvido. Si se te olvida comprar la leche, es porque antes se te olvidó anotarla en tu lista de compra, y porque antes al acabarla olvidaste "anotártelo" para la siguiente compra. ¿Qué ocurre cuando te dicen en tu trabajo por qué no se ha hecho esto o aquello si estaba incluso escrito? Pues que sienta como una patada "ahí", porque encima estaba "registrado" de alguna forma.

El despiste provoca que se dejen cosas sin hacer y que a última hora haya que hacerlas de cualquier forma o incluso dejar de hacerlas, para al menos tener algo cerrado y presentable al cliente. La falta de conocimiento ha supuesto que tome algunas decisiones equivocadas, que no tengo claro que me correspondiesen a mí, pero sí sé que las tomé yo. En parte a causa de esas decisiones, no sólo he provocado un retraso en el trabajo para mí, si no que, lo que es peor, para los demás. Tengo unos compañeros de trabajo estupendos y a causa de este retraso nos vemos obligados a meter horas extras incluso fuera de nuestra jornada laboral habitual, lo que vienen a ser fines de semana. Y no me lo perdono.

Hoy domingo, vengo del curro de dar el último empujón al proyecto que estamos realizando. Vengo bastante cansado. Por una parte estoy "contento" porque he podido solucionar algún que otro fallo que he observado en el propio proyecto. Por otra parte estoy dándole vueltas a si necesito salir de la empresa y encontrar otra en la que encaje mejor, porque tal vez sobre y en mi lugar se necesite otro tipo de no ya profesional si no persona que sea más organizada y sepa tomar decisiones más acertadas y llevar a mejor puerto el trabajo.

Me voy a cacharrear con las balanzas, y a ver si recapacito y saco conclusiones.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Días revueltos


Como los huevos. Ya podían ser la mitad de ricos. Llevo unos días que no hacen más que decirme "para qué te levantas de la cama?". Por partes, que diría aquel.

No hago más que comerme broncas en el trabajo. Que si esto por qué está así, que por qué no puedo decir con exactitud cuánto puede costar hacer tal cosa, que si se esperaba más de mí en plan punta de lanza de los "nuevos" proyectos de la empresa, como arquitecto y tal, cuando en mi contrato no pone eso ni de lejos... De todas formas, algo inmunizado debe salir uno, porque dentro de lo que cabe me ha sentado menos mal que la semana pasada, que fue de traca, porque me cayeron por todos los lados, desde minijefes hasta hyperjefes.

No van las cosas como a mí me gustaría, pero eso me hace pensar que tal vez esté en el lugar equivocado, porque un proyecto necesita una serie de personas con sus cualificaciones profesionales cada una, vamos un poquito de todo. Y no puede ser, que a la hora de afrontar un desarrollo, nos encontremos con que me faltan escalones en el medio de la jerarquía laboral. Hecho de menos un buen analista orgánico, un arquitecto, hasta un buen funcional. Creo que incluso me falta alguien que sepa tomar bien los requisitos del cliente, ayudarle a decidirse cuando no lo tiene claro e incluso encauzarle a favor nuestro, lo que sea más sencillo, menos costoso y que le valga igualmente. Pero claro, para eso hay que conocer el trabajo, tecnologías y demás de los que nos movemos a ese nivel. Porque si no tienes ese tipo de experiencia, es fácil errar al tomar decisiones. Y claro, una forma de evitarlo es descargar tu responsabilidad en gente de niveles inferiores (no me gusta la expresión, pero es así), o sea, los que en mi opinión curramos "de verdad". Pero si falta experiencia a ese nivel, estamos en las mismas. De ahí la falta de "escalones". Es precisamente la zona digamos media la que hace falta. ¿Cómo se está subsanando (mejor dicho solapando) esto? Haciendo que gente de abajo coja funciones de más arriba. Qué bien. Ahorramos costes y esto sale adelante. Estupenda gestión, sí señor. Salvo por el detalle de que cuando haga falta ese bagaje profesional va a cantar, porque las cosas se van a empezar a retrasar, se van a tomar decisiones equivocadas, porque falta experiencia, etc.

Lo peor es cuando me he decidio a tantear el terreno con alguna oferta laboral en mano y ver cómo responde la empresa ante eso. Cómo me acuerdo del día que me quedé sin ir a Valencia a ver la final de copa, porque había bastante trabajo y fechas de entrega a la vuelta de la esquina. Tonto fuí. Ahora me acuerdo de las horas de más que se me van cada día, siempre pensando que las cosas vayan un poco mejor. No soy el tío más rápido del mundo, pero intento compensarlo y si necesito más tiempo pues es lo que hay. Pero mi horario es el que es y no debería sobrepasarlo. De qué ha servido qedarse en jornada veraniega tardes y más tardes, procurando avanzar cosas. Todo para que te vengan decir que tus proyectos no los estás llevando bien (debo ser EL responsable de cómo van y no me había enterado), que hay crisis (quien lo diría viendo facturas de comidas y alojamientos, es lo que tiene ser informático, que acabas viendo lo que no deberías ver) y que hay que ser más "activo", que se me ve muy inactivo...

Estamos 4 gatos, ratoncillos, pulgas que sabemos lo que se cuece en la sala de máquinas. Si tu empresa te responde así ante su punta de lanza, su proyecto estratégico, no quiero pensar cómo va a ir a futuro. Debe ser que las piezas del engranaje cuando chirrían se sustituyen y ya está. Claro que a lo mejor no encuentras piezas de recambio, porque tienen que adaptarse, rodarse. O puede que las piezas las estén empleando en otra maquinaria más moderna y mejor engrasada. Qué orgullosas se tienen que sentir las piezas al verse en esa situación, valoradas.

No oigo palabras de agradecimiento. Sólo reproches, malas caras. Yo al menos procuro agradecer a mis compañeros el esfuerzo extra, ese que no tienen por qué hacer y menos por esta empresa. Sé que gusta que te valoren, que te digan ánimo, que te digan gracias por tu apoyo, porque a mí me gustaría que me lo hiciesen. En fin, que visto lo visto, lo mejor va a ser buscarse las alubias en otra parte y en ello estamos.

Para amenizar la velada semanal, por si faltaba algun ingrediente más picante, me encuentro un día al salir del trabajo con una luna del coche destrozada. No he echado nada en falta. Pero otro parte al seguro, otra vez al taller, otra gotita más para estar contento.

Y por si la cosa tenía visos de mejorar, me han robado el móvil. Ya las circunstancias es lo de menos. Y el propio móvil menos aún. Sí que me ha jodido quedarme sin la agenda y los mensajes. Toca ir haciendo colecta de números y algunos no van a ser fáciles de recuperar.

Menos mal que ha habido unos días de vacaciones. Total, como si no, porque cualquier atisbo de batería cargada se ha ido al garete. En un mes, voy a quemar el resto de días que me quedan en otro viaje, uno que siempre he querido hacer desde crío. Cumplir un sueño, eso sí que es vivir una vida, pero bien :D

En fin, a la vuelta espero tener más claras las cosas. A día de hoy veo borroso.

martes, 25 de agosto de 2009

De vuelta



No me he enterado. Se han pasado dos semanas, en las que el tiempo pareciese que buscaba el récord del mundo de los 400 lisos. Ya solo me queda el recuerdo de las vacaciones, y el presente saludando. Con mala leche por cierto. Mira que puedes volver a la rutina mejor o peor, pero hoy ha sido de esos días que mejor no te levantas. El coche no arranca, a buscarse la vida entre buses y trenes, en el trabajo cañonazos por todos los lados y un soldadito defendiendo el castillo, quiero enviar un paquete y correos cerrado, llego a casa y al cacharro de internet le ha costao la santísima funcionar.
Jo... ¿no hay prórroga en los deportes? ¿Por qué en las vacaciones no? No es justo.... :P

Al menos tengo la sensación que han sido dos semanas muy aprovechadas. Primero de viaje por las tierras escocesas del norte de las islas de la Gran Bretaña (qué anticuado, ahora se lleva lo de UK, o mejor, Royaume-Uni para los eurovisivos jejeje). Y después unos días por tierras leonesas, recordando tiempos de pezqueñín, en el pueblo de mi padre. Qué puñetas pinto yo aquí, con lo a gusto que estaba en plan festivo-marmotil... ainss

Del viaje a Escocia si algo me ha quedado claro es que tienes que tener muy claro a lo que vas: paisajes, castillos. whisky y lluvia. En mi caso con el viaje he intentado coger la esencia de Escocia, por así decirlo, lluvia incluida ^^U. Hacer turismo, mezclarte, hablar con gente en los pub o en un pueblo perdido de la mano de dios, porque el maldito gps se ha vuelto loco. Ha sido divertido.

Empecé yendo a la zona de Saint Andrews, la cuna del golf mundial. Allí están también el castillo junto a la costa y la gran catedral, que muchas veces se adopta como imagen de la propia Escocia en guías de viaje y cosas del estilo.

El castillo, estaba hecho una piltrafa. Apenas quedaban algunos muros en pie. Pero los interiores, su división te hacían imaginarte un poco como sería aquello. Bueno la imaginación y el panfleto de la entrada con su dibujillo de "reconstrucción". Resultó curioso que en la parte baja del castillo había una especie de pasadizo que iba a parar a los cimientos de una casa que se encontraba unos cuantos metros fuera del recinto del propio castillo. ¿Qué mejor manera de empezar un viaje que casi arrastrarte por un túnel? Aquello ya parecía Indiana Jones, solo que en vez de látigo pues una riñonera, pero echándole imaginación todo es posible claro. Al parecer cuando en su día sitiaron el castillo, los sitiados intentaron huir a base de excavar un tunel desde dentro del castillo. Lo malo que no hicieron bien los cálculos y cuando creían que habían avanzado los metros suficientes, al romper hacia la superficie fueron a dar a los bajos de una casa, donde después de la sorpresa, se los cargaron y penetraron en el castillo. Claro que a buenas horas, porque habían inflado el castillo a bolazos de tal manera que casi no quedaba nada en pie. En fin.

La catedral resulta impresionante. Hecha una piltrafa, pero impresionante igualmente. Era enorme. En pie seguían un lateral y parte del frontal, con sus arcos, ballesteras y alguna que otra figura. Junto a la catedral rodeándola un montón de tumbas, unas más agraciadas que otras, dependiendo de tu oficio religioso, tu economía o ninguna de las dos. En una zona más o menos céntrica quedaba una torre. A la que se podía subir previo pago, claro. Muy alta y con unas vistas desde arriba imponentes. Veías todo Saint Andrews, el castillo, los campus universitarios, los campus de golf, hospital mayor, casitas y más casitas... Muy chulo.

Por cierto hablando de pagos, es bueno saber que les ha dado por sacar el llamado "Explorer Pass" una especie de bono, que por 30 libras si no recuerdo mal te da acceso 7 días (salteados) a todos los monumentos que se encuentran bajo el sello de Historic Scotland. No parece mucho, pero cuando llegas al castillo de Edimburgo y ves que sólo por entrar te clavan 13 libras pues... interesa. Me quedé con las ganas de echar unos hoyos, pero dado que no tengo mucha idea preferí seguir el viaje para ir descubriendo más cositas.

La siguiente parada fue el castillo de Glamis, que viene a ser el 5 estrellas entre los castillos. Digamos que pasé de lo ruinoso, al lujo extremo. Un parking enorme en la entrada (previo pago) y allí estaba, imponente. Por fuera, ya te llama la atención, así en plan Eurodisney con sus torrecitas y tejaditos acabadas en pico, almenas, reloj de las uvas. Y muy alto. Tanto que para hacerte una foto sudabas para encuadrarlo y que no se perdiese detalle. Una vez dentro todo es lujo por doquier, que si las alfombras de dibujos geométricos superenrrevesados por todos lados, que si tapices, armaduras, cofres (uno abierto con cartel de si lo cierras, no hay quien lo reabra, tal era el mecanismo de cierre). Los señores que vivieron allí (y viven, que aún está "en uso") no sabían lo que tenían. Unas chimeneas de caerte de espaldas, enoooormes con estatuas doradas a ambos lados representando a arqueros y la parte superior con filigranas de metal y madera, representando una especie de escena de cacería. Los salones, especialmente el del comedor, con su cubertería de plata puesta y dispuesta para la comida, espacio para dar y tomar, una especie de armarios hechos en China (en China? O_O) con multitud de dibujos de figuras estilizadas, usando algo tipo pan de oro sobre fondos oscuros. Los dormitorios eran p'a caerse tambien, con las típicas camas, con esa especie de techo (no sé cómo se le llama ^^U) y cortinajes cubriendo las cuatro esquinas. Seda por doquier y retratos por más doquier todavía. El viaje ya prometía y acababa de empezar.

Después la ruta me llevó hasta la zona de Aberdeen y concretamente a visitar el Castillo de Dunnottar (creo que se escribía así ^^U). Este era de los ruinosos, pero tenía la peculiaridad de que lo habían levantado en una especie de acantilado, que a modo de islote sólo es accesible desde la costa a través de una pequeña porción de tierra que primero desciende desde la costa y luego asciende hacia el castillo. No quiero pensar cómo sería el tráfico en su día, yendo y viniendo al islote del castillo por ese pequeño pasaje tobogán. El castillo era algo mñas grande que el de Saint Andrews, y todo estaba perfectamente marcado con cartelitos, que si el cuarto del duque, el de la condesa, la panadería, la cocina, el horno, el establo, el almacén, la capilla... Bastante impresionante, sobre todo por su localización. Además cuenta la historia, que en su día, cuando los ingleses intentaron apoderarse de los "Honores de Escocia" (las joyas del reino, o sea, corona, espada y cetro), dos mujeres consiguieron pasar desapercibidas entre los guardias que rodeaban el acceso al castillo con los honores entre sus ropajes, para ponerlos a salvo de la deshonra que supondría verlos en manos inglesas. Hay que hacerse una idea de la ya tradicional tirria que le tenían (tienen, tendrán) gran parte de los escoceses a Inglaterra.

El siguiente punto o puntos, fue la ruta de las destilerías, camino a Inverness. Estuve hasta en cuatro destilerías de whisky, por curiosidad sobre todo, de ver las diferencias entre unas y otras. Todas están preparadas para el tema turístico y organizan visitas guiadas cada media hora o así. A lo largo de la visita te van explicando todo el proceso de creación del whisky, desde la mezcla de la cebada con el agua, pasando por la fermentación, hasta la destilación y almacenamiento. Resultaba muy sobrecogedor ver los enormes toneles dónde germinaba la cebada en su mezca con el agua, produciéndose una especie de olorcillo a mosto muy curioso. Igual de impactantes eran los alambiques gigantescos dónde se lleva a cabo la destilación en dos fases, para intentar obtener un alcohol de mayor graduación. Me llamó la atención que todos los procesos estaban informatizados, excepto uno, quizá el más importante: la selección de la segunda destilación. Resulta que en esa segunda destilación hay como tres partes diferenciadas en la obtención del líquido. La primera tiene la mayor concentración de alcohol, pero también muchas impurezas, por lo que se reutiliza para una posterior destilación. La segunda, es la que interesa, la más pura y con el porcentaje de alcohol que caracteriza al whisky. Y la tercera, no tiene apenas "fuerza" y también se destina a su reutilización. En esta separación interviene sólo el encargado del proceso. No hay ordenador que valga, es cuestión de experiencia y afinar. Así siempre queda una parte puramente artesanal que condiciona el gusto que tendrá el whisky tras su envasado en barrica y maduración. Por cierto, al final de cada visita se ofrecía una degustación de una o más variedades de la producción de la destilería. Es de esos momentos que te preguntas por qué tengo que conducir un coche en vez de que me lleven :(

Más adelante visité uno de los pocos fuertes que quedan activos, el Fort George. Lo de activos suena a chiste cuando no ves un puñetero soldado en metros a la redonda y de repente no se sabe de dónde pasa uno por tu lado a toda prisa como si se le quemase el cocido y desaparece por una puerta. En fin. Está conservado a la perfección, con su enorme muralla defensiva y sus ditintas dependencias. A parte de los típicos barracones para los soldados y los comandantes de mayor rango, tenías la cocina, el almacén de provisiones, la capilla, cómo no, y el polvorín. El polvorín tenía sus propios muros rodeándolo dentro del fuerte, resulta fácil adivinar por qué. Una chispa inoportuna y baboom! Qé paradoja proteger al fuerte de su propio polvorín. Allí se hacía una especie de representación de la vida en cuartel por parte de un soldado (eso quiero creer, porque vaya pintas, y lo de la falda es lo de menos, porque parecía que se había detenido el tiempo en el siglo XVIII ). A parte de contar como vivían en el fuerte o luchaban en las guerras con los mosquetes y tal, me llamó la atención la vida de las mujeres de los soldados. Poco menos que amas de casa sumisas, lo peor que les podía pasar es que se les muriese el marido en la batalla. Los primeros años de vida del fuerte, eso era un despido automático a campo abierto y allá te las entiendas. Con el tiempo se cambió la normativa (se vé que hubo algún alto mando en el fuerte al que se le ablandó un poco el corazón). Se le daba de plazo a la todavía viuda un mes para encontrar marido otra vez en el propio fuerte. De encontrarlo, todo solucionado, aunque fuese por necesidad. Si no, pues a la calle. No es que la cosa hubiese mejorado mucho, pero al menos no era patada inmediata.

Otra parada en el viaje fueron las islas del oeste, concretamente la de Skye. Fue la fase del viaje más pintoresca por así decirlo. Paisaje totalmente campestre, pueblecitos pesqueros, el faro del fin del mundo (se ve que hay varios en el mundo, no iban a ser menos los escoceses) con un tiempo de perros que casi salgo volando (literalmente). Fue algo así como la fase de más relax. Probé por recomendación el filete de Angus (una raza de ganado autóctona) y se me hizo la boca agua. Aquello era gloria, súper suave y lleno de sabor, una delicia. Ahora que recuerdo, en todo el viaje no tuve el valor suficiente para echarle mano al haggis, una especie de "morcilla" escocesa, a base de entrañas de cordero (hígado, corazón pulmón). Será el plato más típico, pero algo me decía que con verlo en fotos ya me enriquecía culturalmente lo suficiente.

Para rematar el viaje las últimas visitas fueron Stirling y Edimburgo. Stirling tiene el castillo (otro más ^^U) de visita obligada, pero ya no sorprende tanto como lo haría de ser de los primeros en el viaje. El mayor problema que tuve con este, fue que casi todo estaba o cerrado o en reformas, con lo que era casi imposible ver nada que no fuesen las calles interiores de la ciudadela. El palacio renacentista que construyeron en su interior es de lo más destacado, al menos por fuera, con estatuas y figuras decorando las fachadas y dándole un toque casi diría que recargado, para lo habitual en los castillos escoceses. Cerca del castillo está el monumento a William Wallace (Braveheart). Iba con la hora justa pero aún así decidí ir a verlo. Es una especie de monumento torre, que seguramente permite divisar unas panorámicas de Stirling espectaculares. Digo seguramente, porque después de dejar el coche en el parking y empezar a subir el camino al monumento a lo Rocky Balboa (me faltó un pelo para poner la música con el móvil :P), no me dejaron entrar. Quedaban diez minutos de visita, pero ya no admitían más accesos. Y yo reventado y acordándome de los antepasados de la amable señora. Una pena.

Edimburgo, fue la última parada en el viaje. Y menos mal. Empezaba a estar un poco cansado de tanto castillo, pero me había guardado el mejor para el final. El acceso lo haces desde el casco antiguo desde una megacalle que se llama la royal mile o milla real. Todo cuesta arriba jejeje. Una vez dentro te das cuenta de lo que llegaba a albergar un castillo de los grandes. El palacio real, con los Honores de Escocia en una gran urna de cristal vigilados por un montón de guardas uniformados... con faldas... El monumento a los escoceses caídos en las guerras mundiales, con su advertencia de silencio y respeto, todos paseando pero casi sin hacer ruido, muy impactante. La prisión, con sus hamacas y otras comodidades de las que disfrutaban los presos. El museo de la guardia dragoniana, el único regimiento escocés con caballería. La capilla de Santa Margarita. Mons Meg, el cañón más potente de la época. El cañón de la una en punto, que dispara casi todos los días una salva a esa hora, de manera que cada escocés pueda ajustar su reloj jejeje. Es un castillo para perderte horas y horas viendo cada edificio. Por cierto, al igual que en otros lugares históricos con visitas y tal, se ofrecen unas audioguías (como miniradios) que resultan muy prácticas si no dominas el idioma. Te las ofrecen (alquilan, mejor dicho) en tu idioma y en cada punto que tienen algo que decir lo marcan con un cartelito y un número. Pones ese número en la audioguía y ale, a escuchar y disfrutar. Además suelen hacer las explicaciones de forma amena, casi en plan teatral, con efectos de sonido y todo. Muy recomendables.

Hay algunas cosillas que me dejo (la foto es del castillo de Eilean Donan, el que más me gustó, porque es que parece a posta para una postal, con el reflejo en el agua, muy bonito), pero creo que esto ya está saliendo un post bastante TOCHO, y tampoco es plan de contar la biblia (a buenas horas XDDD).

A ver si voy sacando tiempo y os leo, que por encima veo que los blogueros habéis ido posteando como si no tuviéseis vacaciones :P

Ea, como diría aquella canción, vaaamos a la caaamaaa que hay que descansar, paaara que ma..ñaan...aa podaasmdjd madrfjn.z.zzz.z.zzzzzzzzzzZZZZZ......

sábado, 8 de agosto de 2009

Desconexión

Hoy empiezan mis vacaciones. Ésas que llevo unos días esperando como agua de mayo. Me quedo un poco con la mosca en la oreja, porque he dejado algunas cosas sin cerrar por decirlo de alguna forma. Pero como está escrito en el título del post, toca desconexión.

Estos últimos días han sido bastante agobiantes en el trabajo, y encima me ha coincidido con la gasolina marcando la reserva y se nota. Me podían decir que 2 + 2 son 5 y yo asentir sin rechistar, porque está claro que 2 + 2 son 4... ó 5 o 6... o a saber jajaja ¿A que se nota que necesito vacaciones? :P Espero volver con las pilas cargadas ^^U

Me preocupa un poco que últimamente estoy perdiendo peso. Bastante. Sin hacer nada especial, ni dietas ni ejercicio ni nada. Bueno, dieta currita sí, porque se supone que al mediodía hay que "comer" en condiciones y tal y a causa del curro, y de sus maravillosas horas extras (e invisibles, todo hay que decirlo) pues algún que otro día toca pseudocomer. Otro motivo más para coger vacaciones, recuperar hábitos alimenticios, como comer al menos un plato como arguiñano manda al mediodía jejeje. Lo bueno es que puedes recuperar ropa de hace algún que otro año, de las "descartadas", y ver que pueden volver a primera plana. Bien!

En apenas unas horas estaré un pelín al norte de casita, en la tierra de los inmortales. No llevo ni portátil ni nada que se le parezca, que sólo faltaba seguir enganchado a un puñetero (nótese la sutileza del término, por no decir otra cosa) ordenador. Me niego. Mis ojos lo van a agradecer especialmente. Aún así algún día igual me da por entrar a un cyber o similar y ponerme al día. Voy a echar de menos leer vuestros blogs, así que ojalá que haya mucho que leer a la vuelta. Ver si Berta sigue con ese ritmo infernal de posteo (desde el cariño jijiji), comprobar que Marga tiene a punto alguna que otra historia para reflexionar (o para comerse la cabeza, también desde el cariño :P), leer que Silvia esté disfrutando de sus vacaciones (y bien que se las merece ^_^), sorprenderme con las nuevas ideas del craftsclub, aprender de Enrique nuevos briconsejos para mejorar el bugui... Yo al menos tengo pensado meter un megapost viajero a la vuelta, aunque sea con calzador bloguero (existe?? compro!)

Pues ale, a los que estéis de vacaciones, disfrutadlas a tope, sin perdón; a los que os falte todavía, ánimo, que la vais a gozar a base de bien, cada día es un día menos en la cuenta atrás; y a los que las hayáis disfrutado que os den jajajaj noooo, que os sea leve ;P

Ahora sí.
Desconexión en V... VI... III... II... I... VACACIONES!!

lunes, 27 de julio de 2009

La vena bordesca

Qué sueño -___-ZZzz Estos días he asistido por enésima vez a la euskal party, macrorreunión de gente con su ordenador. Y creo que ha sido la última. No sé si será la edad o qué, pero siento que ya no es lo mismo.

Recuerdo que la primera vez que fui. Era en la antigua feria de muestras de Bilbao. Allí nos juntamos unos cuantas personas (no recuerdo si llegamos al millar) y la verdad que me lo pasé muy bien. Ya desde primera hora de la mañana, el primer día, yendo en el tren a Bilbao, con el PC a cuestas. Ay dios cada vez que me acuerdo de la pinta que tendría, sudando la gota gorda con un supermaletón entre torre y monitor jajajaja.

Aquella vez, iba yo todo feliz con mi pentium y mi windows 98 sin saber casi lo que era "limpiar" el PC cuando se chafa todo. Allí aprendí muchos conceptos de informática que aun hoy día manejo. Aprendí a ensamblar un PC (de los de entonces) desde 0. Aprendí a retocar la instalación del mítico windows 98 para que fuese lo mejor posible, a quitarle cosas superfluas. Aprendí a reinstalar todo, cuando caí presa de un maldito virus que se me cargó todo grrrr. Pero sobre todo, aprendí a escuchar, recibir consejos, compartir conocimientos, ayudar con lo poco que sabía a alguna que estaba por mi sitio, que a la pobre le pasó lo mismo, con el virus de las narices.

Estas cosas son las que cada vez he ido echando más de menos en las últimas ediciones. La gente que es veterana, que al menos reconozco año tras año, suele portarse superbien, como siempre. Pero cada vez más observas como hay mucho borde, que sólo sabe contestar con monosílabos, si es que contesta, amén de un toque irónico que bien se lo podía guardar.

"Oye tío, tienes por ahí el PES2009? (un juego)" "Joer, no sabrás como se pone en marcha el direct connect? (un programa para compartir archivos)" "Te sobra una regleta de alimentación? Es que no tengo enchufes" "No tendrás por un casual la serie de caballeros del zodíaco, que la busco y no la tiene ni dios (ni dios = preguntar a uno de al lado, jejeje)" Estas son algunas de las típicas peticiones que puedes oír de cualquiera de tu alrededor. Lo malo es que a veces observas como hay gente que no sé si es que va de entendida, o sobrada o vaya usted a saber qué, que suelen pegar unos cortes de impresión. "Ala chaval, te crees que soy tu servidor o qué?" "Usa el puto google, que así aprendemos todos" "Me ves cara de Apu? (<-- ésta me dejó a cuadros, sólo por preguntar si tenía alguna regleta)" Bordes te los puedes encontrar en todas partes. Hasta en tí mismo. Puedes tener el día cruzado y no mandar a la mierda de milagro al que ose dirigirte la palabra. Es una pena, pero por a o por b, a veces las personas con inclinación borderil me las suelo encontrar más de lo que quisiera. Me jode bastante, sobre todo cuando conozco a la otra persona y sé que no es borde, pero que tiene el día así, o a saber. Y te callas, y esperas que ese día dé paso a otro día mejor, cosa que a veces ocurre y a veces no.

Y si me duele que otra persona sea borde, más me jode aún cuando, de manera inconsciente, lo soy yo. Me suelo dar cuenta acto seguido, pero ya he metido la pata. Ya he dejado caer una frase cortante, incluso hiriente, como queriendo dejar al que cuestiona como idiota. Hace falta ser subnormal. ¿Tan endiosados nos volvemos cuándo creemos saber algo que los demás no, que contestamos de mala manera hasta insinuando "déjame en paz, ya, por diossss"? Voy a intentar poner el sexto sentido a hacer horas extra, a no permitir que me salga la vena bordesca, porque lo que veo desde fuera no quiero que se vea reflejado en mí.

sábado, 18 de julio de 2009

Mi abuela ya no está

Cuando la vida te golpea duro, no eres un saco de arena. Sientes el golpe. Duele. Pero, a pesar de las cicatrices que nos puedan quedar, gracias al tiempo nos reponemos, quizá no nos curamos del todo, pero aun maltrechos seguimos adelante. Algunos porque olvidan rápido, otros porque no les queda otra, otros porque saben mantener un equilibrio entre el recuerdo y el presente. Lo importante es seguir adelante.

Hace unos días mi abuela ha fallecido. De mis cuatro abuelos ya sólo me queda mi otra abuela. Quizá sea algo íntimo que no debería traspasar las fronteras de mi diario. Pero gracias al blog he podido leer y conocer gente estupenda. Y quiero escribir, compartirlo.

Recibir una noticia así, cuando no te lo esperas, cuando estás en tu día a día, en tu trabajo, es un impacto muy fuerte. No encuentro vocabulario que describa lo que se siente cuando llegas a verla, y sabes que aunque le hables, no te va a responder.

No hace ni una semana que aún sabiendo que su salud no era la mejor, aún podía sentirla, saber que me oía y que según ratos, mis palabras le llegaban y tenían respuesta. Ahora no queda nada, sólo vacío, recuerdo. La última vez que estuve con ella, le pregunté qué tal se encontraba, qué había comido ese día, y así. "Estupendamente...", me dijo escuetamente, "...pero estoy de los purés hasta el moño!" soltó seguido. Me hizo mucha gracia y ella se sonrió. Quizá los purés no le traían recuerdos agradables, pero al decirlo tan espontáneamente, y no sé si también al verme reír, puso una sonrisa en su rostro. Con esa imagen me quedo. Esa sonrisa.

Sobra decir que hay que disfrutar todo lo que se pueda de nuestra familia, amigos, pareja. Hoy están ahí. Hoy estamos ahí. Hoy es el momento de vivir, de sentir, de compartir, de seguir. Y también hoy es el momento de recordar.

Abuela, más pronto o más tarde nos veremos, pero hasta entonces, sigo mi camino. Abuela, estés donde estés, te quiero.

lunes, 6 de julio de 2009

Recordar el pasado. Observar el presente. Cuidar el futuro.


Por fin he conseguido echar a mis padres de casa! ^__^

Es broma :P

La cuestión es que desde hace un buen tiempo (quizá demasiado), mis padres han estado bastante atados, sin poder casi ni salir a disfrutar un poco de sus vidas, porque una de mis abuelas quedó incapacitada en silla de ruedas. Hasta hace poco hemos podido disfrutar de su experiencia, de su saber, de su cariño y, por qué no decirlo, hasta de su ironía (cómo le gustaba dejar caer puyitas jejeje). Ahora, ya no es lo mismo, porque recientemente ha sufrido daño cerebral y casi no puede ni hablar, y a veces ni te reconoce. Todo esto supone que su dependencia es total, y para todo lo que cualquiera hacemos normalmente, como nuestro aseo, vestirnos, salir a la calle, requiere de ayuda.

A mi madre le costó horrores decidirse a ingresarla en una residencia (al fin y al cabo es su propia madre). Y ha tenido que ser casi por fuerza mayor, a causa de su operación de varices, cuando ha accedido a ello. Bueno, creo que nunca ha accedido realmente, pero sabe que ahora mismo es una necesidad.

Y además una necesidad no sólo física si no también psicológica. Un día salió el tema de la residencia y mi padre le decía que según qué cosas, hay que pensar con la cabeza y no con el corazón. Y yo le decía que pensase en ella un poco, no que se olvidase de la abuela, pero sí que se mimase un poco más. Y no lo veía claro, siempre replicaba que si yo la veía a ella así, así veía ella a su madre. De algún modo, hemos podido convencerla, más o menos, claro.

Vengo de visitarla, como cada día. No estaba muy habladora, pero a base de sacacorchos me he enterado del menú del día, de dónde vienen algunas cuidadoras, de quién pasa más tiempo con ella y hasta de las peleillas que se traen algunos inquilinos en plan gran hermano :P Y es ahora cuando más te das cuenta de lo que significaba en tu vida, en tu día a día. Ahora es cuando más nos necesita, y aunque le cueste demostrarlo físicamente, estoy seguro de que lo que le hablamos, le animamos, le reconforta, y que de algún modo nos entendemos.

Mi padre pensando que hacía falta un poco de desconexión, comentó ayer de ir unos días al pueblo dónde nació y creció de niño, cerca de Boñar, en la provincia de León. Otra vez mi madre con la balanza haciendo equilibrismos. Pero ella sabe que es quien más necesita "oxígeno", así que al final han marchado los dos. Vaya asco de día que han cogido para salir de viaje, a ver si la cosa mejora jejeje.

Así que aquí estamos, de amo y señor del castillo jijiji, en un día de perros (al menos aquí no para de llover :( ), pero con satisfacción, porque sé que aunque mi madre siga con el cable enganchado aquí, a su casa, sus quehaceres, sus alumnas de manualidades, ese cable es hoy un poquito más fino.

Recuerdo cómo ha sido mi abuela. Veo cómo mi madre se toma unos días de ocio. Miro cómo van a discurrir los próximos días. Y sonrío. Pienso en positivo, pienso en las vacaciones, pienso en las cosas que aprendo y aprenderé cada día, pienso en los amigos, en cuidarlos y en que no se olviden de que tienen a alguien con quien poder contar :)

sábado, 20 de junio de 2009

El mercadillo de los detalles




¿Qué sería de nuestra vida sin los detalles? Detalles, detalles... Los tenemos de todos los tamaños, formatos, colores. Son parte del mercadillo de la vida. Vas pasando por los puestos, día tras día y observas. La oferta suele ser interesante y variada. Y si te entra la vena comercial, puedes aportar tus propios detalles haciendo un mercadillo más interesante. Genial!

Tengo a mi madre convaleciente de una operación de varices. Nada grave, pero sí molesto, porque se ve impotente para hacer sus labores diarias y también para disfrutar de sus (escasos) momentos de ocio. Hemos tenido suerte de que el personal del hospital en el que la ingresaron han resultado ser de lo más amable. En todo momento han estado pendientes de si se encontraba bien, si la ayudaban al caminar, si se encontraba cómoda en la cama dentro de lo que cabe, si necesitaba alguna cosa. Hasta el cirujano ha comentado si ponían algo de música para amenizar la operación jejeje ¿Es extraordinario como para reseñarlo? No lo sé, porque mi experiencia con gente de centros hospitalarios es muy poca, pero de verdad que da gusto ver que hay personas, profesionales, pero personas al fin y al cabo, que van más allá de su trabajo estrictamente hablando y procuran que tu experiencia sea lo mejor posible. Y más en esas circunstancias, con un lugar que deseas visitar lo menos posible.

En el trabajo, ya me ha preguntado más de uno que a ver qué tal lo llevo. Que si estoy quemado. Que se me vé que me falta gasolina y ando a trancas y barrancas sacando las cosas. Quemado no creo que sea la palabra. Sí que creo que estoy algo cansado, parecido a lo que le pasa a Nadal, el tenista. No es que esté quemado de lo que hago, porque me gusta y además voy aprendiendo cosas, sobre todo las últimas semanas. Sí que noto que me falta desconectar. Pero desconectar de verdad, no un día o un finde, sino la palabra mágica en estos casos: vacaciones. Diagnóstico diferencial: si pienso en ellas, es síntoma de que las necesito. Si otros piensan que las necesito, es síntoma de que las necesito cuanto antes. Ergo administrar una buena dosis de “vacacionil” y en unos días dando saltitos de alegría. (Tengo que dejar de ver House... ^^U) Aún me quedan unos días para ello, pero como diría un optimista, ya quedan menos días para ello :)

Más cosas. Me ofrecí hace poco a una amiga al salir del trabajo para acercarla a casa. Quería tomar algo por una zona que hay de playa por aquí, desconectar un poco de la rutina diaria, y como me pillaba más o menos de paso, pues se lo comenté. Y aceptó. Podía haber transcurrido el viaje con normalidad. Pero no. Murphy es uno de mis grandes amigos, algunas veces hasta coincidimos varias veces al día. Tuve que darle un golpe a un coche que iba delante en un stop. Tierra trágame. Encima ese día habíamos salido tarde del trabajo. Me sentía muy, muy mal. Tendría que esperarse (aún más) a llegar a casa, mientras hacíamos el papeleo amistoso el del otro coche y yo. Una vez terminado, reemprendimos la marcha y la verdad, no sabía ni qué decir, a parte de un “lo siento...” anterior. Añada momento crudo a persona de pocas palabras, y el resultado fue ése. Pues he aquí, que me pregunta si quiero parar a tomar algo. Y yo pensando en llegar cuanto antes. No quería ni que me viese los ojos humedecidos, y encima me dice eso. Aún pensando que quizá fuese egoísta por mi parte, acepté. Y me alegro. Un poco de aire, un mini paseo, un refresco y algo de conversación. Resultado: relax, y más contento que unas castañuelas ^___^ Que bien sienta cuando otro mira por ti y cuánto se aprecia. Pocas veces me he sentido tan contento de tener una amistad así.


Me gusta el mercadillo de los detalles. Sobre todo cuando está concurrido. ¿Qué tal si monto mi propio puesto? ~_^

domingo, 17 de mayo de 2009

El tiempo pasa... y no lo puedo parar

Es algo con lo que vives toda tu vida, el tiempo avanza, pasan los días... las semanas... los meses... años... y a veces quisiera que el tiempo se ralentizase, se parase, incluso que diese marcha atrás y poder retomar decisiones.

Vengo de ir a dar una vuelta en plan relax, de paseo con un poco de playa, montaña, y de paso he ido a última hora al cine. Allí me he encontrado con un chico que no veía desde primero de carrera en la uni. A él se le atragantó sobremanera ese primer año y lo dejó, cosa que yo estuve a punto de hacer, pero al final por a o por b decidí seguir. Así que poco tiempo tuvimos de estar juntos y compartir experiencias. Estaba acompañado de una chica que he supuesto sería su novia.

Efectivamente, así me la ha presentado y mientras conversábamos me he quedado con una impresión muy grata de ella, con lo que me alegro mucho por él. Me han comentado acerca de la boda que tienen ya inminente el año que viene. Boda?! Yaaaaa?! Y eso que hablamos de gente cerca de los 30, pero aun así la noticia me ha impactado. Y es lo que decía, que el tiempo se pasa volando y lo que ayer eran risas en clase con el profesor excéntrico de turno, hoy son planes de futuro, con tu casa, tu pareja, tus hijos. Anda que estos dos, mucho que si la cosa está mal, que si apretar el cinturón, pero hablaban de ir a por la parejita, jejeje.

Me ha sorprendido ver cómo cambia la gente en su forma de pensar y de ver las cosas con los años. A mí supongo que me pasa lo mismo, pero desde mi propia persona no soy capaz de apreciarlo con la claridad que lo aprecio en los demás. Veo personas que hace años que no veía y los encuentro, no sé como decirlo, serios, pero no de gesto o de carácter, sino de forma de pensar. Me da la sensación que yo no he cambiado apenas desde hace años. Si es verdad que ahora te preocupan cosas que antes no ocupaban un 0,1% de tu tiempo, pero lo que es la forma de ver la vida, de afrontarla, creo que sigo igual. Hoy blanco, mañana negro, pasado blanco y así sucesivamente. Todo depende del momento, de las circunstancias. Es difícil contrarrestar esos ratos amargos con los azucarillos de los ratos más dulces. El tiempo avanza, avanza y casi no te deja pensar en lo malo o disfrutar de lo bueno, sobre todo si estos se alternan sin parar, como me viene pasando.

Antes me preocupaba más el día de mañana, el formar una familia por ejemplo, el tener una cierta estabilidad social, emocional. Pero ese tren ya ha llegado y por desgracia se fue. Así que solo me queda seguir adelante, conmigo mismo y todo aquel que quiera bajarse en mi estación aunque sea unos minutos para sentir que el tiempo, aunque pasa inexorable, también nos regala momentos capaces de quedarse grabados en la memoria. El tiempo pasa. La memoria no. Gracias a estos momentos mi estación es un lugar más acogedor. Quizá así, más viajeros se animen a visitarla. Será un placer, estoy seguro.

jueves, 7 de mayo de 2009

Me río y me lo paso pipa!


O como reírse por cualquier chorrada, y lo mejor de todo, reírse con los demás.

Hoy es el primer día que me he sentido realmente a gusto en el grupo de trabajo que estamos. Casi todos los días son lo mismo, "hola/buenas", "adios/tamañana", y el resto del tiempo ni mu, salvo "tengo esta duda", "has mirado nosequé?" y así. La rutina no es buena, aunque te acostumbres. Y la verdad, trabajar así, pues hombre da un poco de lado. Por eso, cuando te ríes, aunque sea por una tontería, los demás también, nos lanzamos puyitas, no sé... es que se trabaja más a gusto, leñe!

No hace falta meterse en conversaciones íntimas o metafísicas para poder simplemente eso, hablar, comentar, charlar, en definitiva, ser personas o compañeros de trabajo normales. Yo lo admito, no es ni mucho menos mi fuerte el andar conversando sin más, parece que siempre está uno pendiente del qué dirán, pero al menos cuando la gente se anima, pues uno también. La verdad es que últimamente ando muy risueño y no es que tengamos poco trabajo/estrés que se diga. Espero que no sea por las pastillas y polvillos varios que ando tomando a ver si me quito el txikikatarro este que tengo ^^U

Ojalá esto sea el comienzo de un mejor ambiente, de una mejor relación, de una mejor vida. Vivir una vida... así sí :P