lunes, 27 de julio de 2009

La vena bordesca

Qué sueño -___-ZZzz Estos días he asistido por enésima vez a la euskal party, macrorreunión de gente con su ordenador. Y creo que ha sido la última. No sé si será la edad o qué, pero siento que ya no es lo mismo.

Recuerdo que la primera vez que fui. Era en la antigua feria de muestras de Bilbao. Allí nos juntamos unos cuantas personas (no recuerdo si llegamos al millar) y la verdad que me lo pasé muy bien. Ya desde primera hora de la mañana, el primer día, yendo en el tren a Bilbao, con el PC a cuestas. Ay dios cada vez que me acuerdo de la pinta que tendría, sudando la gota gorda con un supermaletón entre torre y monitor jajajaja.

Aquella vez, iba yo todo feliz con mi pentium y mi windows 98 sin saber casi lo que era "limpiar" el PC cuando se chafa todo. Allí aprendí muchos conceptos de informática que aun hoy día manejo. Aprendí a ensamblar un PC (de los de entonces) desde 0. Aprendí a retocar la instalación del mítico windows 98 para que fuese lo mejor posible, a quitarle cosas superfluas. Aprendí a reinstalar todo, cuando caí presa de un maldito virus que se me cargó todo grrrr. Pero sobre todo, aprendí a escuchar, recibir consejos, compartir conocimientos, ayudar con lo poco que sabía a alguna que estaba por mi sitio, que a la pobre le pasó lo mismo, con el virus de las narices.

Estas cosas son las que cada vez he ido echando más de menos en las últimas ediciones. La gente que es veterana, que al menos reconozco año tras año, suele portarse superbien, como siempre. Pero cada vez más observas como hay mucho borde, que sólo sabe contestar con monosílabos, si es que contesta, amén de un toque irónico que bien se lo podía guardar.

"Oye tío, tienes por ahí el PES2009? (un juego)" "Joer, no sabrás como se pone en marcha el direct connect? (un programa para compartir archivos)" "Te sobra una regleta de alimentación? Es que no tengo enchufes" "No tendrás por un casual la serie de caballeros del zodíaco, que la busco y no la tiene ni dios (ni dios = preguntar a uno de al lado, jejeje)" Estas son algunas de las típicas peticiones que puedes oír de cualquiera de tu alrededor. Lo malo es que a veces observas como hay gente que no sé si es que va de entendida, o sobrada o vaya usted a saber qué, que suelen pegar unos cortes de impresión. "Ala chaval, te crees que soy tu servidor o qué?" "Usa el puto google, que así aprendemos todos" "Me ves cara de Apu? (<-- ésta me dejó a cuadros, sólo por preguntar si tenía alguna regleta)" Bordes te los puedes encontrar en todas partes. Hasta en tí mismo. Puedes tener el día cruzado y no mandar a la mierda de milagro al que ose dirigirte la palabra. Es una pena, pero por a o por b, a veces las personas con inclinación borderil me las suelo encontrar más de lo que quisiera. Me jode bastante, sobre todo cuando conozco a la otra persona y sé que no es borde, pero que tiene el día así, o a saber. Y te callas, y esperas que ese día dé paso a otro día mejor, cosa que a veces ocurre y a veces no.

Y si me duele que otra persona sea borde, más me jode aún cuando, de manera inconsciente, lo soy yo. Me suelo dar cuenta acto seguido, pero ya he metido la pata. Ya he dejado caer una frase cortante, incluso hiriente, como queriendo dejar al que cuestiona como idiota. Hace falta ser subnormal. ¿Tan endiosados nos volvemos cuándo creemos saber algo que los demás no, que contestamos de mala manera hasta insinuando "déjame en paz, ya, por diossss"? Voy a intentar poner el sexto sentido a hacer horas extra, a no permitir que me salga la vena bordesca, porque lo que veo desde fuera no quiero que se vea reflejado en mí.

sábado, 18 de julio de 2009

Mi abuela ya no está

Cuando la vida te golpea duro, no eres un saco de arena. Sientes el golpe. Duele. Pero, a pesar de las cicatrices que nos puedan quedar, gracias al tiempo nos reponemos, quizá no nos curamos del todo, pero aun maltrechos seguimos adelante. Algunos porque olvidan rápido, otros porque no les queda otra, otros porque saben mantener un equilibrio entre el recuerdo y el presente. Lo importante es seguir adelante.

Hace unos días mi abuela ha fallecido. De mis cuatro abuelos ya sólo me queda mi otra abuela. Quizá sea algo íntimo que no debería traspasar las fronteras de mi diario. Pero gracias al blog he podido leer y conocer gente estupenda. Y quiero escribir, compartirlo.

Recibir una noticia así, cuando no te lo esperas, cuando estás en tu día a día, en tu trabajo, es un impacto muy fuerte. No encuentro vocabulario que describa lo que se siente cuando llegas a verla, y sabes que aunque le hables, no te va a responder.

No hace ni una semana que aún sabiendo que su salud no era la mejor, aún podía sentirla, saber que me oía y que según ratos, mis palabras le llegaban y tenían respuesta. Ahora no queda nada, sólo vacío, recuerdo. La última vez que estuve con ella, le pregunté qué tal se encontraba, qué había comido ese día, y así. "Estupendamente...", me dijo escuetamente, "...pero estoy de los purés hasta el moño!" soltó seguido. Me hizo mucha gracia y ella se sonrió. Quizá los purés no le traían recuerdos agradables, pero al decirlo tan espontáneamente, y no sé si también al verme reír, puso una sonrisa en su rostro. Con esa imagen me quedo. Esa sonrisa.

Sobra decir que hay que disfrutar todo lo que se pueda de nuestra familia, amigos, pareja. Hoy están ahí. Hoy estamos ahí. Hoy es el momento de vivir, de sentir, de compartir, de seguir. Y también hoy es el momento de recordar.

Abuela, más pronto o más tarde nos veremos, pero hasta entonces, sigo mi camino. Abuela, estés donde estés, te quiero.

lunes, 6 de julio de 2009

Recordar el pasado. Observar el presente. Cuidar el futuro.


Por fin he conseguido echar a mis padres de casa! ^__^

Es broma :P

La cuestión es que desde hace un buen tiempo (quizá demasiado), mis padres han estado bastante atados, sin poder casi ni salir a disfrutar un poco de sus vidas, porque una de mis abuelas quedó incapacitada en silla de ruedas. Hasta hace poco hemos podido disfrutar de su experiencia, de su saber, de su cariño y, por qué no decirlo, hasta de su ironía (cómo le gustaba dejar caer puyitas jejeje). Ahora, ya no es lo mismo, porque recientemente ha sufrido daño cerebral y casi no puede ni hablar, y a veces ni te reconoce. Todo esto supone que su dependencia es total, y para todo lo que cualquiera hacemos normalmente, como nuestro aseo, vestirnos, salir a la calle, requiere de ayuda.

A mi madre le costó horrores decidirse a ingresarla en una residencia (al fin y al cabo es su propia madre). Y ha tenido que ser casi por fuerza mayor, a causa de su operación de varices, cuando ha accedido a ello. Bueno, creo que nunca ha accedido realmente, pero sabe que ahora mismo es una necesidad.

Y además una necesidad no sólo física si no también psicológica. Un día salió el tema de la residencia y mi padre le decía que según qué cosas, hay que pensar con la cabeza y no con el corazón. Y yo le decía que pensase en ella un poco, no que se olvidase de la abuela, pero sí que se mimase un poco más. Y no lo veía claro, siempre replicaba que si yo la veía a ella así, así veía ella a su madre. De algún modo, hemos podido convencerla, más o menos, claro.

Vengo de visitarla, como cada día. No estaba muy habladora, pero a base de sacacorchos me he enterado del menú del día, de dónde vienen algunas cuidadoras, de quién pasa más tiempo con ella y hasta de las peleillas que se traen algunos inquilinos en plan gran hermano :P Y es ahora cuando más te das cuenta de lo que significaba en tu vida, en tu día a día. Ahora es cuando más nos necesita, y aunque le cueste demostrarlo físicamente, estoy seguro de que lo que le hablamos, le animamos, le reconforta, y que de algún modo nos entendemos.

Mi padre pensando que hacía falta un poco de desconexión, comentó ayer de ir unos días al pueblo dónde nació y creció de niño, cerca de Boñar, en la provincia de León. Otra vez mi madre con la balanza haciendo equilibrismos. Pero ella sabe que es quien más necesita "oxígeno", así que al final han marchado los dos. Vaya asco de día que han cogido para salir de viaje, a ver si la cosa mejora jejeje.

Así que aquí estamos, de amo y señor del castillo jijiji, en un día de perros (al menos aquí no para de llover :( ), pero con satisfacción, porque sé que aunque mi madre siga con el cable enganchado aquí, a su casa, sus quehaceres, sus alumnas de manualidades, ese cable es hoy un poquito más fino.

Recuerdo cómo ha sido mi abuela. Veo cómo mi madre se toma unos días de ocio. Miro cómo van a discurrir los próximos días. Y sonrío. Pienso en positivo, pienso en las vacaciones, pienso en las cosas que aprendo y aprenderé cada día, pienso en los amigos, en cuidarlos y en que no se olviden de que tienen a alguien con quien poder contar :)