martes, 10 de noviembre de 2009

Existe la mala suerte?



¿A veces no tienes la sensación de que te ha mirado un tuerto? ¿Que la mala suerte se ceba contigo? Yo la estoy teniendo y ya no sé qué hacer.

Durante la última semana he tenido que ver cómo despachan a un compañero en el trabajo, según el jefucho de turno, "por su actitud". Una persona con quien podía contar, que me entendía, sabía cuándo invitarme a un café, a dar una vueltilla durante el mediodía, me aguantaba (qué importante), me ayudaba... Cómo le echo de menos, qué a gusto me sentía en esos ratos de desconexión. Ya no es lo mismo. Tengo otros compañeros de trabajo, pero casi ni les conozco. Hola y adiós. Y quien sabe si dentro de poco ni eso.

No pensaba yo que me iba a ir peor la semana, después de lo de este compañero, pero resulta que pasados dos días, me enteré de lo que era un síncope por propia experiencia. Llegando al trabajo, me metí en el ascensor, y se ve que el cerebro le debió decir al corazón "quieto parao" y se lo tomó al pie de la letra. Vamos que me dejo de subir sangre de mitá p'arriba y me caí redondo. De recuerdo, me llevo un corte debajo de la barbilla y 5 puntitos de sutura. Lo peor es que tras las pruebas en el hospital se ve que todo está normal, con lo que la cosa queda en simple desvanecimiento por esfuerzo físico. Pues menos mal que no tengo tropecientos años, que si no, a saber. Esto me ha dejado muy preocupado, porque no sé si me puede volver a pasar en otro momento y no hago más que darle vueltas.

Cualquiera que me conoce sabe que soy de hablar poco o nada y escuchar mucho. Soy muy susceptible y me tomo las cosas muy en serio. Donde para otro es un detalle sin importancia, yo tomo nota. Soy muy tímido (la verdad, exageradamente) en parte por una especie de complejo de inferioridad, porque observo y veo que en general estoy rodeado de cerebritos. No en sentido peyorativo, si no tal cual. Observo que la gente es muy rápida de reflejos, pilla las cosas, chistes, gracias al vuelo y hay que disimular con una sonrisa forzada, dando a entender que tú también te has enterado, cuando en realidad no lo has hecho. Noto que no vamos al mismo ritmo, y que no hay sitio para alguien del vagón de cola. Sólo estoy medianamente tranquilo si se habla de algo de trabajo, porque sé que ahí me puedo defender, y aun así a veces también me noto que me quedo atrás y necesito bastante más tiempo para pensar y llegar a una conclusión.

Aunque la verdad es que al menos en el trabajo es dónde realmente tengo oportunidades de relacionarme, porque una vez fuera de allí, se acabó. Del trabajo a los recados, de los recados a casa y de casa al trabajo. Vida monótona donde las haya. Al menos puedo pasar un rato divertido con mi querido mazdita, porque si algo me gusta es conducir. Aunque ahora mismo no pueda, porque no está conmigo. El viernes por la noche, en la autopista, sin farolas y lloviendo tuve un acidente. En una curva se me fue el coche de atrás y creía que me mataba. Choqué con la mediana, choqué con el quitamiedos y ahí me quedé, en medio de la carretera. Aún me duele un poco el cuello, pero quitando eso, no me hice nada grave. El coche se llevó la peor parte. Y otro coche al que aticé por detrás también. Después del papeleo pertinente me llevé de recuerdo una bonita multa por no señalizar bien el accidente. Me puse el chaleco, puse el triángulo y di los intermitentes, peeeeero no di las luces. Ahora estaré un tiempo sin el coche y cuando quiera ir a algún sitio el finde, donde no llegue el transporte público, me acordaré de la mala suerte otra vez y me conozco, me pondré triste...

El sábado es un día de relax, un día de estar tranquilo, de hacer tus cositas con calma, pero como la semana iba de la mala suerte, pues resulta que mi abuela, la única que me queda de los cuatro tuvo un infarto. Ambulancia, al hospital, reanimación, y al final sólo susto. De momento parece que está bien, pero no sé... donde pega el infarto queda dañada la zona, y a parte la mujer está con un espíritu que a ver cómo hacemos para levantarle la moral.

El domingo he tenido que ir a trabajar. Yo que pensaba que se había acabado lo de las horas extra, pero así fue. Estoy bajo chantaje de o compromiso o puerta, y ya no sé qué pensar.

Ayer salí del mismo trabajo a las 00:15, después de intentar sacar adelante algo que para la empresa es tan importante que no le importa la salud de sus empleados. Tuve que volver en taxi, porque a esas horas no tenía ya tren y entre semana sólo llevo el coche los viernes.

Me hubiera gustado continuar el blog con el siguiente episodio del viaje a Japón, que luego se me van a olvidar los detalles. Pero no tengo muchas ganas la verdad. He llegado a pensar en dejar el blog, mensaje en plan ceremonia de clausura, o un dibujito en plan cuenta atrás, algo así jejeje. De momento no lo haré, pero malo es que uno lo empiece a sopesar.

Creo que sopeso mucho. Quizá no debiera sopesar tanto. Quizá debiera pensar en cosas nuevas y dejar a un lado las antiguas. Pero cuesta mucho, mucho más de lo que pensaba.

4 comentarios:

dijo...

Sí, a veces todos tenemos esa sensación, creemos que cada paso que damos será igual de catrastófico que el anterior que nos tiró por los suelos, pero ya sabes, hay que levantarse, "aupa" y a seguir caminando.
Cuántas veces nos hemos caido de pequeños cuando aprendíamos a andar? te has fijado alguna vez en la rapidez que tienen los niños pequeños en levantarse?

Nadie ha dicho que fuera fácil superar obstáculos...o el comunicarse con los demás, yo a veces también me siento fuera de lugar en muchas situaciones, no creas que todo es fácil para los demás.

Entiendo que en el tema del trabajo eches de menos a tu compañero, pero cuando nada podemos hacer porque las cosas vuelvan a ser como antes, debemos aceptarlas, y no queda otro remedio :(

De verdad, espero que esta cadena de sucesos que estás viviendo, se termine y empiezen a salirte bien las cosas, por el momento me alegro que no te haya pasado nada a ti en el accidente, eso ya es una buena noticia, dentro de todo lo malo...

Venga Mikel! arriba ese ánimo, o mira que te doy un tirón de orejas de los fuertes eh! :P jeje, y tiraré sin compasión :P quieres probar?

Un beso y un abrazo ;)

dijo...

No sé si sirve de mucho mi opinión, pero a mí me gustaría que siguieras con el blog, y que no renunciaras a este espacio para expresarte...

MikelMPS dijo...

Doña Marga, no se me enfade, que mis orejas además de pequeñas no tengo otras jajajaja

Te agradezco tus palabras ;). Y no te preocupes, que de momento la ceremonia de clausura ha quedado aplazada de forma indefinida. ¿Crees que hubiera clausurado sin mandar invitaciones? Ainsss esta mujer.... :P

dijo...

:P jeje